No andaré entre ramas
Ni endulzaré mis intenciones,
No es mi estilo, ya lo sabes.
No cejaré en el empeño
De robarte el tiempo
Ni cederé un ápice
Hasta tener tu atención.
No te daré nunca un no
Pero tampoco será un sí,
Jugaremos siempre al quizás.
Apelaré a tus emociones
Y escarbaré en tus recuerdos.
No me preguntes para qué,
Mejor que no lo sepas.
Conseguiré esa mirada
De miles de colores.
Míos serán esos labios,
Objeto de mis deseos.
Me valdré de toda clase
De sabrosas tentaciones.
Una a una aprenderé
Tus ocultas debilidades.
Y aunque tú no lo sepas,
El juego ha comenzado,
Ya no va más.
Qué hablen las palabras.
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