Perder o ganar, ¿cuál fue la razón
para volver a caminar con el paso
de unos ojos que anhelan la perdición?
Sabes que la luz está delante,
tras las sombra que vive en tu mirada.
Esos ojos de azul, déjalos mirar.
La vida estaba tan vacía
como aquellas canciones
que disparaban a tu corazón.
¿Por qué no las dejaste soñar?
Mirabas con la iusión
de un sol al despertar.
¿Qué fuego nos abrasó?
¿Qué cenizas nos consumieron?
Como un Dios sin oración
así sonaba el amor.
La vida está ahora tan vacía
como aquellas canciones
que nos despertaron el corazón.
Aquellas canciones
que nunca más sonarán.
¡Déjalas marchar!
Sí, déjalo estar
Sabes que jamás volverán
El amor no es algo
que se pueda comprar.
El sexo está barato,
¡Cómpralo!
Después reza, reza a Dios
para que vuelva a sonar tu canción.
Aquella canción de amor.
Tu canción.
Déjala marchar o déjala sonar.
La luz, tu luz
está en otro lugar.
El desván de las miradas rotas
jueves, 4 de agosto de 2016
martes, 23 de septiembre de 2014
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jueves, 28 de marzo de 2013
Los descastados
Somos los olvidados,
Los eternos sin vida.
Los desechados por los dioses
Para salvar al héroe que nos guía.
Sangre y tierra nos esperan.
Padres, mujeres e hijos
Que nos vieron partir un día.
Pero nosotros no regresaremos.
Somos el tributo a pagar,
La ofrenda a los dioses.
Sí, somos nosotros,
Los sacrificados.
Alimento para el cíclope,
Cerdos para la bruja.
Los fulminados por el Sol.
Somos los destinados
A ganar las batallas,
A morir sin nombre.
Sí, nosotros somos
Los que nunca seremos
Somos la inmensa mayoría.
No lo dudes, somos tú.
Los eternos sin vida.
Los desechados por los dioses
Para salvar al héroe que nos guía.
Sangre y tierra nos esperan.
Padres, mujeres e hijos
Que nos vieron partir un día.
Pero nosotros no regresaremos.
Somos el tributo a pagar,
La ofrenda a los dioses.
Sí, somos nosotros,
Los sacrificados.
Alimento para el cíclope,
Cerdos para la bruja.
Los fulminados por el Sol.
Somos los destinados
A ganar las batallas,
A morir sin nombre.
Sí, nosotros somos
Los que nunca seremos
Somos la inmensa mayoría.
No lo dudes, somos tú.
martes, 19 de febrero de 2013
Penélope (tampoco lo sabe)
Yo, esposa, madre e hija,
Lecho sin sombra,
Amor sin calor.
Yo, mujer que carece
Del ímpetu de las olas
Con las que se alimentan
Las concavas naves,
Pretendida sin voz,
Amante sin luz.
Cómo atreverme entonces
A inventar, mañana,
Con el resto de mi vida
Un nuevo sentir
Cómo renunciar a abrir
Una y otra vez la página
Con la misma poesía:
La de los versos
Del siempre si.
Yo, reina sin rey,
Sangre en la herida.
Cómo no esperar por ti
Tejiendo los días
Con hilo de moira
Destejiendo las noches
Con el manto de mi vida
Cómo dejar de soñar contigo,
Cómo no quererte aunque
El vinoso mar esté vacío,
Cómo estar sin ser,
Cómo no ser yo,
Penélope.
domingo, 3 de febrero de 2013
Telémaco (agasajado por Helena)
¡Oh! Reina de Esparta
Bella entre las bellas
Y esposa infiel
Tú que fuiste
Regalo de diosa
Y perdición de Troya
Concédeme, ¡oh Helena!,
El placer del Leteo
Vierte en mi copa
Tus polvos de nepente
Para aliviar con ellos
La falta del padre
Para abrigar bajo su manto
El dolor de la madre
Haz que esta noche
El niño olvide al hombre
Haz que el príncipe sea rey
Escóndeme, ¡oh Helena!,
Bajo las olas
Del anchuroso mar
Y cubre con su espuma
La nave a la deriva
Que yo, en vida,
Telémaco soy.
Telémaco soy.
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