No sé si serán tus ojos,
O esos labios finos
Perdidos a mi mirada.
No sé si será tu nariz,
O esos cabellos
Lacios e indomables,
Como mi carácter.
Sin duda es tu blanca tez,
Y esas mejillas
Que todos pellizcaban
Cuando era niño.
Feliz daría un pie
Por descubrir en mí,
Tu sonrisa
Frente al espejo.
Tuyos son el tesón
Y la alegría
Con que me contagiaste.
Tuya es la vida
Que me regalaste.
Míos son los perdona
Que no supe darte,
Y los besos
Que aun te debo.
Míos son los sueños
Que nunca acaban,
Entre días vacíos
Y noches perdidas.
Mía será tu ausencia,
Pero para ti,
Solo para ti, serán
Estos abrazos olvidados.
Para mi madre.
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