Escancié todo el sabor en mi copa
Para beber el néctar de tu olvido.
Caminé entre lágrimas y suspiros
Buscando los renglones del adiós,
Mas no encontré ni lugar ni destino.
Se alzaron sobre mí sombras y pesares
Que inundaron los sueños del ayer.
Sueños de amores en flor
Y pétalos de beso frío.
Perdieron mis manos el tacto de la luz
Y mis ojos la mirada del estío.
En mis labios el dolor de la nada.
En mi cabeza la resaca del vacío.
Todo cuanto conservé de ti,
fui yo,
fui yo,
El viento y la maleza de tu voz,
El desierto y la arena de tu traición.
Dejaste el ruido y te llevaste el amor.
Te lo llevaste todo, salvo lo mejor,
La ilusión.
a
a
Vendrán las lluvias de abril,
Y las nieves del este.
Vendrán el monte y la retama,
La azalea y la esmeralda.
Vendrán la vela y el candil,
El calor de otras miradas.
Vendrán donde no estás tú,
Porque,
Éste es el adiós que te escribo.
Del poema no me sobra nada,
Saqué mi corazón bajo el zapato
¡Y lo eché a VOLAR!
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